COMUNICACIÓN +

jueves, octubre 19, 2006

DIRCOM: pieza clave

He leído que tanto el Real Madrid como el Atlético de Madrid tienen algunos problemas en sus departamentos de comunicación. En el caso del primer club "la ausencia de la figura de un Dircom estaría provocando problemas en las relaciones con algunos medios de comunicación" . En el segundo, las continuas reestructuraciones hacen imposible una consolidación de dicho gabinete. Muchos nombres, muchos puestos, muchas funciones, pero... ¿se sabe exactamente en las empresas cuáles son los profesionales que deben desempeñar sus respectivas tareas?

Este descontrol en los departamentos implica:

1. Que el público externo de la organización lo perciba también. Es necesario mantener una imagen seria ante la sociedad en general, ante los profesionales de los medios de comunicación y ante los socios o los seguidores de ambos clubes en el caso anteriormente citado.

2. Que la descoordinación pueda motivar descuidos en las tareas diarias del mismo departamento, es decir, puede que se esté prestando más atención a la elección de los sustitutos o nuevos miembros del gabinete que a las tareas diarias del mismo. Y la información no se puede descuidar nunca.

Por eso, la figura del dircom debe generalizarse en el ámbito, no sólo de las empresa privadas, sino de las administraciones públicas. Lo raro hoy en día debería ser que las empresas careciesen de esta figura, pero no es raro encontrase con algunas...

José Castro, Pedro Celeste y Lito García exponen en Comunica: lecturas de comunicación organizacional que el dircom:

"Es la pieza esencial en todo el engranaje comunicativo. Evidentemente en una empresa todo, absolutamente todo comunica en el más amplio significado del término. Desde los edificios al logotipo, pasando por el personal, especialmente el personal directivo..."

Además añaden: " es la persona encargada de implementar el Plan de comunicación y, por ello, quien canaliza por los circuitos adecuados aquellos mensajes que la empresa quiere transmitir"

El decálogo para ser un buen Director de Comunicación es, según dicho libro, el siguiente:

1. Conocer a la empresa: Parece una obviedad, pero es necesario conocer todo sobre una empresa para poder informar y comunicar sobre ella. Nada puede ser desconocido para la persona que se encarga de la comunicación. Tampoco debe haber secretos.

2. Ser un experto en comunicación. Para mí, y aunque en este caso los autores no lo digan, este requisito también es una obviedad. Para ellos debe ser el mejor conocedor de los principios y técnicas de la comunicación empresarial. "Importa menos el perfil de la titulación que el perfil de conocimientos", explican... No estoy del todo de acuerdo con esta afirmación. Mi opinión puede implicar un exceso de celo profesional, pero es un debate eterno el que se plantea.

3. Un directivo de la empresa. Ya que va a ser el portavoz, imagen de la compañía, su puesto ha de equipararse al del resto de la cúpula directiva.

4. Plantear una estrategia de comunicación. Qué es lo que se quiere hacer, los objetivos, la finalidad. No se trata de enviar cuantas más notas de prensa mejor. Hay que dosificar y tener una finalidad.

5. Conocer las nuevas tecnologías de la comunicación. Esto es fundamental en la actualidad. Internet es una herramienta muy potente de comunicación y todavía no se han explotado y aprovechado todas sus posibilidades.

6. Saber hacer un comunicado de prensa. Saber "vender" la información, adecuarla al mensaje periodístico lo máximo posible. Un comunicado ha de ser sencillo, claro y, si puede ser, conciso. Y, claro, que lo que se envíe sea noticioso, obviamente.

7. Saber afrontar y gestionar una comunicación de crisis. En estos casos es mejor decir siempre la verdad. Ocultar determinada información puede resultar muy negativo para las empresas. Éstas han de tomar siempre la iniciativa y, por supuesto, demostrar que están bien gestionadas y comunicadas.

8. No mezclar publicidad con información. Hay que distingur siempre esta premisa. Debemos informar, intentar ser objetivos.

9. Mantener relaciones profesionales y estables. Con los profesionales de los medios de comunicación, con otras empresas... Este tipo de relaciones son importantísimas. Nunca ha de descuidarse el trato con los periodistas porque ellos son la "voz" de las empresas en muchas ocasiones.

10. Tener conciencia de la provisionalidad del puesto. Los malos resultados los acaba pagando el responsable máximo.